Acerca de Nosotros

El Gramet es la simiente de un gran proyecto que abarcará los confines del mundo para cubrir a todos los artistas visuales, de todas las ramas y en sus distintas disciplinas.

Esta idea que va germinando, tiene una síntesis en un logotipo que tratamos de explicar aquí.

Logo

Fundamentación

El autor se propone crear una identificación gráfica potente, pregnante y sugestiva, cargada de historia y valorar la belleza como unidad centrípeta del amor. La armonía de la estética ligada a la verdad y la ética, enfocar ese resplandor divino que surge de lo más profundo de nuestra esencia, esa extraña tormenta que sacude y fertiliza nuestra naturaleza que nos invita a dibujar un ancho camino hacia la luz. Protagonistas y observadores como anverso y reverso de una misma situación.

La “Neurona de la Verdad”, resulta de una integración entre La Boca de la Verdad en Sta. María in Cosmedin de Roma, como un símbolo del mundo antiguo, con el gran hallazgo científico y preocupación del hombre actual, la neurona y su funcionamiento. Creada por el artista Luis V. Gramet , en Vietri Sul Mare (Salerno). En honor a la 1era. Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Salerno 2014 (Italia). En agradecimiento por haber sido convocado para integrar el comité científico, como jurado de la bienal.

Las autoridades de la bienal le encargan una obra para ser emplazada en la pared de algún palacio público de la ciudad. Para tal fin, es invitado especial por el arquitecto y artista Vincenzo Santoriello. Propietario de una de las ceramiquerias más prestigiosas del mundo. Donde Miquel Barceló (para muchos considerado el Gaudi viviente) realizo los cerámicos de la capilla de la Catedral de palma de Mallorca.

Cinco neuronas de la verdad, de diferentes colores, cada una representada por sus artistas que se reúnen en  un punto de encuentro, en aquel caso Salerno. Con sus obras que hablan por ellos, portadoras de la verdad, su propia verdad, su cultura, su razonamiento.

En este caso el lugar será virtual, la gran comunidad fraternal de artistas visuales.

Al igual que el axón, las dendritas se convierten en manitos solidarias, dispuestas a dar y recibir la verdad del pensamiento a la neurona vecina.

La ronda de neuronas, dispuestas por orden geográfico, se ven todas relacionadas entre sí. No es casual que África y Acenia tengan dos (dendritas) manitos, separadas, como abriendo el circulo en actitud de invitación generosa a que sumen solidaridad, fraternidad, integración…la de Oceanía está identificada por el color verde con la esperanza de que el hombre nuevo, agite sus neuronas para generar un nuevo razonamiento, una toma de conciencia ecológica, un espíritu más conservacionista de la naturaleza que no es nuestra, sino que formamos parte de ella. Deberíamos dar por superado aquel hombre predador por motivos de supervivencia. El hombre de hoy debe ocuparse de nuevos problemas, como el vincular.  Son los vínculos, la gran preocupación para lograr una permanencia prolongada en este mundo. (Vínculos que podemos estrechar desde este lugar de encuentro).

El otro gran desafío,  es el de prolongar la capacidad de razonamiento, tanto como se va prolongando la vida. ¡Una neurona que funcione! Si no, ¿cuál es la verdad del sentido? O se estará creando una nueva especie? “La de vegetales  de carne”.

El arte va delante y es por la sensibilidad de sus hacedores, que muchas veces perciben lo que se viene, porque la actividad que desarrollan no tiene el límite de la realidad. El papa Francisco acaba de publicar su encíclica “Laudato Sí” donde coincidentemente propone trabajar sobre lo que la ronda de las continentales  “Neuronas de la Verdad” denuncian desde una imagen plástica, la necesidad de una toma de conciencia sobre el medioambiente y los nuevos vínculos, éticos, tolerantes e inclusivos.

Para la elaboración de este símbolo identificartorio, se consideró una “Neurona de la Verdad” la roja, la más pregnante, la del nuevo mundo, el continente americano, “hombre nuevo”. Se sintetizó en un círculo, para evitar distracciones. Rojo, el color caliente que por su alta  vibración es el que más se aproxima al observador.

El otro elemento de la composición, garras, garras de animales feroces, felinos, aves rapaces…como elemento de defensa natural. También utilizada por los niños, antes de aprender a golpear, desgarran, rasguñan…atacan y se defienden, actitud innata del hombre, como cualquier “animal”. Con garras nos invaden y tenemos que usar las nuestras para preservarnos, para abrir caminos hacia la belleza, la estética y la ética,  para uno y para el prójimo. Garras para derribar fronteras porque todos somos uno, desde nuestra subjetividad y desde nuestra única verdad, que es la de los sueños.

La garra de oro sobre la “Neurona de la verdad”, con la boca abierta por hambre de sueños que se hagan realidad. Con un ojo misterioso buscando lo diferente, desde donde se pueden ver los cielos y los mares que nos unen frente al espectro universal. Garra con G de, el “Gramet”, el punto de encuentro, desde donde tal como el big bang, se producirá una explosión de luces creativas lanzadas al universo. Un nuevo modelo cosmológico para el mundo del arte.

El Gramet es la simiente de un gran proyecto que abarcará los confines del mundo para cubrir a todos los artistas visuales, de todas las ramas y en sus distintas disciplinas.