En el continente de África, la variedad de cultura y tradiciones es muy extensa, siendo este conocido como el lugar donde surgieron los primeros humanos sobre la faz de la tierra. Con el paso de los años, cada generación ha dejado su huella, mitos y leyendas, pero en especial arte africana.
Cada uno de ellos está caracterizado por detalles únicos e íntimos que guardaban relación con las antiguas tradiciones y expresiones artísticas del momento.
Incluso cuando el desierto del Sahara causa una división entre el sur y norte de África, las relaciones y similitudes con el arte producido en ambos lugares es muy grande.
Esto ocurre, además de por los orígenes del lugar, por las rutas comerciales que se encargaron de distribuir no solo comida y riquezas, sino también artículos de arte en todas las direcciones.
África cuenta con muchas poblaciones con siglos de existencia, que se arraigaron hacia tradiciones artísticas más autóctonas, permitiendo el origen de algunas manifestaciones estéticas que siguen estando presentes en la actualidad..
En el siglo XX es cuando el arte africana empieza a ser reconocido y valorado en el Occidente.
En un principio, el arte de África fue valorado por algunos representantes de la conocida Vanguardia y poco después por los museos y el público general.
Suscitó un gran interés debido a la poca información que se tenía de las obras y por su importancia en la cultura.
En el arte africana las características estéticas varían según la zona de la que provenga, pero está tradicionalmente marcado por la tendencia e importancia que se les da a los rostros y cabezas de las figuras pintadas, esculpidas y talladas, entre otros.
Las piernas y brazos suelen tener menos trabajo y se representan con menos detalle en las obras. Sobre todo, suele tener un especial trato hacia el arte naturalista.
Temática usada en el arte africana
El arte africana cuenta con numerosas representaciones. Cada una de ellas muestra una temática diferente que trata de plasmar un elemento característico de su cultura y sus tradiciones. De esta forma, es posible conocer aún mejor sus costumbres gracias a su arte.
La muerte
Es uno de sus temas principales. En casi todas las culturas es normal y costumbre que las ceremonias y rituales generen la reproducción de obras artísticas.
Para las poblaciones de áfrica, los espíritus de sus difuntos siguen entre ellos. Por esta razón, en particular, se hacen ceremonias, ofrendas y se rinde honor a los difuntos, con piezas de arte que tienen una belleza única.
La fertilidad
Las sociedades en África, al igual que muchos otros lugares del mundo, basan su economía en prácticas como la agricultura, la ganadería, la pesca y caza.
Mientras más importancia tenga una tradición, más material artístico produce. Un ejemplo de esto es la fecundidad humana, la de los animales y los cultivos en los campos. Todo esto se ve representado en esculturas y amuletos que propician la fertilidad.
La espiritualidad
En cada cultura existe un chamán o guía espiritual. En las tradiciones africanas se le conoce como Nganga y es también considerado un médico y psicólogo.
Cuando este atiende a algún paciente, puede que en ocasiones le recete la tarea de realizar una escultura africana a la que se le inducirán poderes curativos de acuerdo al mal que padezca.
Además de estas temáticas, existen las sociedades de las máscaras, donde la mayoría, de forma secreta, diseña y elabora máscaras que tienen una gran demanda entre las personas que desean exaltar su poder.
Estas sociedades dieron vida a otros pequeños imperios de áfrica que empezaron a realizar esculturas, bastones, asientos, tejidos y más objetos de belleza y valor.
La mayor parte del arte africana tiene como elemento central la madera. Después, cuando las tribus fueron desarrollando y perfeccionando las técnicas, se incluyeron otro materiales como el hierro.
La historia de un arte enigmático
A comienzos del siglo XX, todo lo referente al continente africano era desconocido para las personas de Europa.
En este enigmático lugar convivían una alta cantidad de etnias y se hablaban unas diez mil lenguas diferentes. Los portugueses llegaron al río del Congo en el año 1482, pero no fue hasta los mediados de siglo que el interés por África comenzó a emerger.
A partir de esa época se realizaron numeras expediciones que fueron llenando de arte africana los museos y exhibiciones científicas en las grandes ciudades. Al ser desarrollado en diversas poblaciones aisladas, la variedad es abundante.
Se puede apreciar que el arte africana es funcional, puesto que todas las obras artísticas están basadas o relacionadas con alguna práctica religiosa, social o económica de la zona proveniente y están ligadas a tradiciones que han perdurado durante muchos años.
Un poco antes de que se iniciara todo el proceso de colonización del continente africano por parte de los españoles, había poblaciones de africanos con tendencias animalistas, esto quiere decir que a cualquier ser o fenómeno de la naturaleza, se le otorgaba un alma o principio espiritual que mantenía el ciclo de la vida y la muerte en equilibrio.
Las personas que vivían en África tenían entre sus creencias a una deidad todopoderosa que no guardaba relación ni comunicación con los humanos, ya que a su vista eran imperfectos.
Este dios le otorgaba a cada criatura viva, un espíritu, logrando ejercer una influencia que podía ser tanto positiva como negativa.
Los antepasados resultaban ser especiales, sus espíritus se separaban del cuerpo físico y quedaba vagando en el lugar donde transcurrió su vida mientras protegen a sus descendientes.
Además, se tallaban esculturas que representaban a los difuntos. Una tradición que realizaban porque creían que el espíritu podía quedarse dentro y proteger a quienes lo custodiasen.
Los principios y valores principales que ejercen las poblaciones africanas tienen que ver con la creencia del núcleo familiar, la unión de la tribu y los lazos formados con los antepasados y espíritus.
Incluso aquellos nativos que pasaron a convertirse al cristianismo o al islamismo mantuvieron muchos de los principios que les habían inculcado de pequeños.