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El Guernica paso a paso

Reflejo de una época y plasmación de unas circunstancias dramáticas, esta obra nació para formar parte del Pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937. El cuadro, convertido en un icono antifascista y en un símbolo del dolor que producen las guerras, no regresó a España hasta el restablecimiento de la democracia por expreso deseo de su autor.


“En el cuadro que estoy pintando, que llamaré Guernica, expreso mi aborrecimiento por la casta militar que ha hundido a España” Pablo Picasso, en 1937.

 

El director del Museo Reina Sofía de Madrid, Manuel Borja-Vallel, ha definido a Pablo Ruiz Picasso, el genial pintor malagueño, de este modo: “Hay artistas que reinventan el arte, como el primer ser humano que pintó los muros de una caverna. Picasso es uno de ellos. Viviendo intensamente, supo ser intemporal. Fue un revolucionario, sabiendo permanecer como un clásico”. Nacido el 25 de octubre de 1881 en la soleada Málaga, Picasso fue un trabajador incansable que firmó cuadros tan icónicos como el famosísimo Guernica (1937), litografías como Paisaje Mediterráneo, grabados como Viejo fantaseando e incluso esculturas como La dama oferente (1933).

El 26 de abril de 1937 era un tranquilo día de mercado en la población vasca de Guernica. De repente, el sonido de los motores de la aviación alemana, la legión Cóndor, irrumpió en cielo español. Los aviones iniciaron un bombardeo indiscriminado sobre la población civil indefensa. Aquel fue el primer ejemplo de masacre de población civil con fines desmoralizantes sobre el enemigo que después se aplicaría tan efectivamente durante la Segunda Guerra Mundial en ambos bandos.

En España, en plena Guerra Civil, el gobierno de la Segunda República encargaría al afamado artista español (que entonces residía en París) una obra que plasmase aquel terrible ataque para el pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937. Se cuenta que años después, en plena ocupación nazi de la capital, un grupo de oficiales de la Gestapo llamó a la puerta del estudio del pintor (según un chivatazo escondía a miembros de la resistencia) y al contemplar una fotografía de la obra, que colgaba de una de las paredes, le preguntaron si era él el autor, a lo que Picasso les respondió con desprecio que “ESO lo habían hecho ellos, los nazis”.

Aunque en un principio la temática del cuadro parece histórica, de hecho no existe en él ninguna referencia a enemigos, verdugos, ni armamento; tan sólo destaca el papel de las víctimas, por lo que el Guernica se puede considerar una obra que denuncia los horrores de la guerra, de todas las guerras, con lo que ha acabado convirtiéndose en un símbolo universal de la paz.

 El bombardeo de Guernica en 1937, la masacre que inspiró a Picasso

EL ETERNO DEBATE

Tanto por el carácter político que desprende como por su estilo, el Guernica está considerado uno de los cuadros más importantes en la carrera del artista malagueño y, quizá, del siglo XX. Con una mezcla de elementos cubistas y expresionistas que hacen de la pintura una pieza única, ésta genera muchas preguntas en relación a lo que realmente quiso representar el autor y cuál es el significado de las imágenes que el espectador ve en el lienzo. En la actualidad existen dos corrientes de pensamiento en relación al significado del Guernica. La más extendida defiende que la pintura se inspira en el contexto histórico de la Guerra Civil española mientras que la otra, más reciente, insiste en que se trata de una autobiografía del pintor y que el lienzo en realidad no refleja el bombardeo de la ciudad, sino que sus figuras representan familiares y amigos cercanos del artista. “Más allá de las opiniones de los expertos, es interesante escuchar a las personas que no lo son”, comenta José Lebrero, director del Museo Picasso de Málaga, sobre el significado del Guernica, “porque si hay algo que hace estas grandes obras tan especiales es que trascienden cualquier discurso culto o retórica histórico-artística, nos llevan a unas dimensiones y a un espacio que tienen muchas lecturas. Yo, más que decir lo que es Guernica, intentaría escuchar lo que otra persona cree que es”.

Más allá de la opinión de los expertos es interesante escuchar a las personas que no lo son, según José Lebrero, director del Museo Picasso de Málaga.

En realidad, Picasso nunca ofreció una explicación sobre el significado de su obra. Por ello han surgido muchísimas teorías sobre el simbolismo del cuadro y las intenciones que tuvo el artista al representarlo. Aunque de lo que no cabe duda es de que el cuadro simboliza la barbarie y el terror producidos por la guerra, convirtiéndose en el emblema de los desgarradores conflictos que aún estaban por llegar. El Guernica es una de las pocas pinturas de tema social de Picasso, que en este caso deja de lado su vida personal. Lo que sí es reseñable es el destacado papel que juegan las mujeres en el cuadro. En aquella época Picasso mantenía una relación con la artista francesa Dora Maar, cuyo rostro aparece sujetando un candil en la pintura. Sin embargo, el artista estaba entonces casado con otra mujer y esperaba un hijo de una tercera. Como alusión a su situación sentimental, también ellas aparecen en el cuadro. Durante el proceso de creación del Guernica, la propia Dora Maar fotografió con su cámara la compleja realización del mural más famoso del mundo dejando así un importante documento para la historia del arte.

Foto: Dora Maar / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
El Guernica de Picasso paso a paso

POR FIN DE NUEVO EN ESPAÑA

A consecuencia del estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, y para evitar que la obra pudiera sufrir daños, Picasso decidió que la pintura se quedara en el MoMA de Nueva York. También expresó su deseo de que el cuadro no regresara a España bajo ningún concepto mientras no se restableciera la democracia. Tuvieron que pasar más de cuatro décadas para que el Guernica pisara de nuevo suelo español. Un recibo de 150.000 francos (otras fuentes apuntan que fueron 200.000) sirvió al Gobierno español para demostrar la propiedad del encargo y, por fin, el 10 de septiembre de 1981, el Guernica aterrizaba en Madrid.

Entre los múltiples viajes que realizó el Guernica, una de sus paradas fue en Estocolmo, en 1956. En la imagen, los trabajadores del Museum of Modern Art de Estocolmo desenrollan la enorme tela para prepararla para su exhibición.

Foto: Cordon Press

Para evitar que la obra pudiera sufrir daños, Picasso decidió que el cuadro se quedara en el MoMA de Nueva York. También expresó su deseo de que el cuadro no volviera a España hasta el restablecimiento de la democracia.

Picasso no vio su obra expuesta en ningún museo español, ya que el 8 de abril de 1973, a la edad de noventa y un años, el genial artista falleció a causa de un edema pulmonar en su residencia de Mougins, en Francia. Una vez de vuelta en España, la obra fue expuesta primero en el Casón del Buen Retiro (perteneciente al Museo Nacional del Prado) y posteriormente fue trasladada al Museo Reina Sofía en 1992, donde puede visitarse.

 De National Geographic


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